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A las 9:45 horas el presidente municipal de San Pedro Pochutla, Raymundo Carmona Laredo, baja de su camioneta BMW modelo X6, de un valor superior a un millón 300 mil pesos.carmona
LUIS IGNACIO VELÁSQUEZ
Jue, 04/02/2015 – 01:39

A las 9:45 horas el presidente municipal de San Pedro Pochutla, Raymundo Carmona Laredo, baja de su camioneta BMW modelo X6, de un valor superior a un millón 300 mil pesos. Abre la puerta lateral a su joven acompañante y ambos ingresan al restaurante Colibrí, con un donaire digno de marqueses.

Él, ataviado con un pantalón y guayabera de lino de tonos claros; ella, con un pantalón de color crema estilo los 70, con la cintura hasta arriba del ombligo y blusa de color café. Ella del brazo de él, sonriente, complacida, ufana. Digna representante del poder temporal.

Dos guaruras se mantienen en el interior de la camioneta, los vidrios polarizados hasta arriba, frente al establecimiento. Desde ahí atisban los pasos de su jefe quien solicita una mesa y espera que el capitán sirva las primeras tazas de café, en tanto la joven de tez morena revisa la carta.

Mientras ordenan el desayuno entre miradas tiernas y cómplices, el presidente municipal por segunda ocasión de Pochutla y ex diputado local, ve ingresar al restaurante a viejos conocidos: Rosendo Serrano, su hermano Félix, Jesús Romero, Donato Vargas, Fernando Lobo, Pavel López, Carlos Holder, entre otros integrantes de la corriente Nueva Izquierda, que ofrecerán una conferencia de prensa en ese lugar ante la convocatoria al consejo estatal del PRD en dos horas más.

Los saludos son cortos, rápidos. Saben que “Carilindo” es parte del equipo de Amador Jara Cruz y, por tanto, partícipe de la estratagema que sacó a Félix Serrano de la candidatura a diputado federal por el distrito de Tehuantepec.

“Traidor”, “vendido”, expresan en voz baja los recién llegados, al tiempo que tratan de mostrar su molestia por el encuentro alejándose lo más rápido de la mesa que ocupa e ingresando al salón donde habrá de realizarse la reunión con los medios de comunicación.

carmona2Solo Rosendo Serrano, “Chendo”, se sienta en la mesa que ocupa Carmona Laredo para reprocharle su proceder. “¡Tú votaste a favor de José Antonio Estefan Garfias y sabes perfectamente que esa es una imposición por la promesa de aportar 20 millones de pesos a las campañas; pero además es un priísta, un priísta!”.

-“Me obligaron, ya sabes cómo son”, justifica el munícipe al tiempo que pide a Chendo llegar a un acuerdo.

-“Vamos a arreglar esto entre nosotros; la candidatura de Estefan fue una decisión de Carlos Navarrete, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, pero vamos a tomar acuerdos nosotros”. Añade frente a su joven acompañante que finge interés en los platillos del menú.

El diálogo es ríspido, evidente la molestia. “Yo te conozco, sé que eres parte del equipo de Amador Jara y los Chuchos, así que no te creo; lo que le hicieron a Félix fue una chingadera y vamos a buscar la forma de echarlos del partido”, expresa Chendo.

-“Y no, no te creo, más vale solo que mal acompañado”, asevera, cuando ya sus compañeros le urgen que ingrese al salón para iniciar la conferencia de prensa. “Ya, Chendo, deja a Carmona, nunca lo vas a convencer de que deje de actuar de esta manera”, dice Jesús Romero.

A media hora del arribo de Carmona Laredo y su pareja al restaurante Colibrí, los integrantes de Nueva Izquierda dan a conocer su postura ante el consejo estatal del partido del Sol Azteca. Anuncian su renuncia a la corriente, el inicio de un procedimiento legal y político en contra de los Chuchos, Carol Antonio Altamirano y Hugo Jarquín; la venta de la candidatura del distrito de Tehuantepec por 20 millones de pesos, los intentos del ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano por controlar el PRD estatal, la intromisión directa del gobernador en el caso Estefan Garfias y la necesidad de rescatar a la izquierda de los grupos internos que solo lo ven como un botín.

Carmona Laredo y su acompañante han terminado de desayunar. El edil, atento, paga la cuenta. Toma del brazo a la mujer y sale del restaurante como torero partiendo plaza. Va a reunirse con sus amigos que, para no perder la tradición, ya mantienen rodeado el hotel Misión de los Ángeles con porros y malvivientes. La recriminaciones no le indigestaron el desayuno; finalmente, en la lista de candidatos a diputados federales figura ya su hermana, en pago a su fidelidad.

La camioneta arranca y la joven sonríe. La política no le interesa, la buena vida sí.

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