EL CÁNCER DE LA PRÓSTATA ES UNA ENFERMEDAD EN LA CUAL SE FORMAN CÉLULAS MALIGNAS (CANCEROSAS) EN LOS TEJIDOS DE LA PRÓSTATA.
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La próstata es una glándula que pertenece al sistema reproductor masculino localizada justo debajo de la vejiga (el órgano que recoge y desecha la orina) y delante del recto (la parte inferior del intestino). Su tamaño es como el de una nuez y rodea una parte de la uretra (el tubo que conduce la orina al exterior desde la vejiga). La glándula prostática produce un fluido que forma parte del semen.
El cáncer de la próstata se encuentra principalmente en varones de edad avanzada. A medida que los hombres envejecen, la próstata puede agrandarse y bloquear la uretra o la vejiga. Esto puede ocasionar dificultad para orinar o interferir con la función sexual. El problema se conoce con el nombre de hiperplasia prostática benigna y si bien no se trata de un cáncer, es posible que se necesite la cirugía para corregirlo. Los síntomas de la hiperplasia prostática benigna o de otros problemas que afectan la glándula pueden ser similares a los síntomas del cáncer de la próstata.
Síntomas y Signos
Algunos de los posibles signos del cáncer de la próstata comprenden una disminución del calibre del chorro urinario o aumento de la frecuencia de la micción (expulsión de la orina).
Estos y otros síntomas pueden ser ocasionados por el cáncer de la próstata. Existe la posibilidad de que otras enfermedades ocasionen los mismos síntomas. Hay que consultar al médico en caso de que se presente cualquiera de los siguientes problemas:
Disminución del calibre o interrupción del chorro urinario.
Aumento de la frecuencia de la micción (especialmente por la noche).
Dificultad para orinar.
Dolor o ardor durante la micción (expulsión de la orina).
Presencia de sangre en la orina o en el semen.
Dolor en la espalda, las caderas o la pelvis que no desaparece.
Dolor con la eyaculación.
Diagnóstico
Algunas pruebas para examinar la próstata y la sangre se emplean para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de la próstata.
Las siguientes pruebas y procedimientos pueden ayudar a detectar el cáncer de la próstata:
Examen digital rectal (EDR): Consiste en un examen del recto mediante el cual el médico o la enfermera inserta un dedo enguantado y lubricado dentro del recto y palpa la próstata a través de la pared rectal en busca de nódulos o áreas anormales.
Antígeno prostático específico (APE): Es una prueba de laboratorio que mide las concentraciones del APE en una muestra de sangre. El APE es una sustancia producida por la próstata que se puede encontrar en mayor cantidad en la sangre de varones que tienen cáncer de la próstata. La concentración de APE también puede encontrarse elevada en varones que sufren una infección o una inflamación de la próstata, o que tienen un HPB (un aumento de tamaño de la próstata de origen no canceroso).
Ecografía transrectal: Es un procedimiento mediante el cual se inserta una sonda que tiene el tamaño de un dedo para examinar la próstata. La sonda se utiliza para hacer rebotar las ondas de sonido contra los tejidos internos de la próstata (ecografía). Estas ondas de sonido crean ecos, los cuales son usados por una computadora para generar una imagen denominada ecograma. La ecografía transrectal también se puede usar durante una biopsia.
Biopsia: Un patólogo examina la muestra en busca de células cancerosas y determina la puntuación de Gleason. Esta puntuación de Gleason va desde 2 hasta 10 y describe la posibilidad que tiene el tumor para diseminarse. Cuanto más baja la puntuación, menor la probabilidad de diseminación del tumor. Existen dos tipos de procedimientos de biopsia que se emplean para diagnosticar el cáncer de la próstata.
Biopsia transrectal: Consiste en la extracción de tejido de la próstata durante la cual se inserta una aguja fina a través del recto hasta la próstata y se extrae una muestra del tejido prostático. Este procedimiento se suele practicar con ecografía transrectal para ayudar a guiar la aguja. Un patólogo examina el tejido al microscopio en busca de células cancerosas.
Biopsia transperineal: Se extrae una muestra de tejido prostático al insertar una aguja fina a través de la piel entre el escroto y el recto hasta la próstata. Un patólogo examina el tejido al microscopio en busca de células cancerosas.
Ciertos factores afectan el pronóstico (la probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:
El estadio del cáncer (ya sea que afecte parte de la próstata, que involucre toda la glándula o que se haya extendido a otras partes del organismo).
La edad y la salud general del paciente.
Si el cáncer ha sido recién diagnosticado o ha regresado.
El pronóstico depende también de la puntuación de Gleason y el índice de APE.